Entre los inmuebles restaurados se encuentra la llamada Casa Azul, un ejemplo significativo de la tipología de casa-torre habitual en entornos agrícolas de la comarca
La Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio invierte 298.368 euros en la restauración de inmuebles de interés arquitectónico regional en el centro histórico de Mula. Las ayudas forman parte del programa de adecuación y restauración de fachadas y cubiertas del Ejecutivo regional.
Según el director general de Territorio y Vivienda, Antonio Navarro, "se trata de una línea de subvenciones por la que esta Consejería apuesta desde hace ya años para contribuir a la recuperación y conservación del patrimonio arquitectónico y urbanístico de la Región".
Son siete los inmuebles objeto de esta intervención, situados en las calles Horno, Caño, Boticas, Federico Balart, Juan Antonio Perea, el Camino del Curtis y la carretera de Caravaca de la Cruz. Estos edificios datan de los siglos XVIII y XIX y están catalogados en el Plan Especial del Centro Histórico de Mula.
Las obras consistirán en la recuperación de la unidad compositiva y ornamental de cada uno de los inmuebles, con la homogeneización de los huecos en balcones y ventanas, la reposición del revestimiento de las fachadas, la regularización de molduras y recercos, y las mejoras de la impermeabilización y estanqueidad del edificio.
La Casa Azul
Todas las viviendas se encuentran en el entorno urbano, salvo por una de las más peculiares, situada en una finca periurbana del Camino del Curtis. Se la conoce como la Casa Azul, por el intenso color del revestimiento de mortero de sus fachadas. Se trata de una obra de gran interés arquitectónico y ambiental, dentro de una parcela rústica de más de 22.000 metros cuadrados.
De la construcción destaca su programa decorativo y un airoso torreón central que la convierte en uno de los ejemplos más significativos de la tipología de casa-torre, tan habitual en las áreas agrícolas de la comarca del Río Mula.
Tal y como destacó Antonio Navarro, la Consejería "financia la adecuación y restauración de aquellas piezas arquitectónicas que poseen un valor significativo, por sus cualidades intrínsecas o por el interés del entorno". El responsable autonómico añadió que "han sido ya muchos los municipios que en los últimos años han aprovechado esta oportunidad".
